Cómo todos sabéis este pasado fin de semana, días 2 y 3 de abril, la Biblioteca Pública de Albacete organizó un viaje a Urueña y Valladolid, al que asistieron algunos componentes de nuestro club de lectura. Os haré a continuación un pequeño resumen de todo lo que se vio y se vivió en ese viaje, para todos aquellos que no pudieron ir, y a los que se les echó un poco de menos. Esperamos que en otra actividad de este tipo sean máslas personas que puedan asistir.
Salimos de Albacete a las cinco de la mañana. Una hora muy temprana, pero era necesario tamaño madrugón si queríamos llegar a Urueña a una hora más o menos adecuada para visitar el pueblo. Antes de llegar al pueblo, hicimos una parada en la ermita de Nuestra Señora de la Anunciada, construida en el siglo XI y que se encuentra fuera del recinto amurallado de la población, abajo, en el valle. Corresponde al primer románico, con ornamentación lombarda que se extendió por Cataluña y Aragón y se cree que su influencia se debe a los descendientes del conde Ansúrez (el fundador de Valladolid, España), los Armengol de Urgel, del condado de Barcelona.
Tras esta primera visita, subimos al pueblo, donde nos ofrecieron una visita guiada por sus lugares más emblemáticos: el castillo, su muralla, la iglesia de Santa María de Azogue, el corro de San Andrés y por su puesto, sus numerosas librerías. Tras deleitarnos con un contundente cocido castellano, dimos una última vuelta por el pueblo, para asentar la copiosa pitanza, antes de salir para Valladolid.
Algunas de la librerías que visitamos, recibiendo en todas ellas siempre un trato muy atento y amable fueron: La librería Almadí, El rincón escrito, Alejandría, La boutique del cuento, así como el estudio de diseño gráfico DiLab, dirigido por la diseñadora Miryam Anllo (http://www.di-lab.org/) con una exposición muy interesante, reflejando diversos aspectos del acontecer diario en el pueblo, el Museo del juguete y el Museo de instrumentos musicales (http://www.funjdiaz.net/museo/).
Llegamos a Valladolid por la tarde, ciudad que pudimos visitar de una manera informal después de la cena, disfrutando de sus monumentos y también de la vida nocturna que bulle por las callejuelas y placetas que rodean la Plaza Mayor. La ruta guiada por la ciudad la realizamos el domingo por la mañana, visitando entre otras cosas, el convento de San Pablo, con su bellísima fachada de estilo gótico isabelino, la iglesia de Santa María de la Antigua, la Catedral, el colegio de San Gregorio también con una imponente fachada y un armonioso patio, y el palacio de Fabio Nelli.
Después de empaparnos con la historia y la belleza de algunos de los rincones de Valladolid, el grupo se dispersó para disfrutar por último de la variada gastronomía de la ciudad, en forma de las tapas más variopintas y originales de nuevo por los bares próximos a la Plaza Mayor. Como última curiosidad, y a modo de resumen final, visitamos el sorprendente museo que hay en la pastelería Cubero, en el que puedes recorrer los principales edificios de Valladolid, pero en forma de ¡monumentales tartas de chocolate blanco!. Después de este original postre, emprendimos el regreso de vuelta a Albacete, todos muy agotados, pero contentos y satisfechos por todo los visto, reído y aprendido.
Comentarios