Conocí a la escritora Edith Wharton  escuchando la sección de biografías de escritores ilustres con vidas azarosas del programa de radio "Todos somos sospechosos" de Radio. Me sorprendió mucho la época que le tocó vivir y el ambiente en el que tuvo que desenvolverse, que tan bien describe y analiza en sus obras. Nació en una familia rica que le proporcionó una sólida educación privada. Combinó su privilegiada posición con un natural ingenio para escribir novelas y relatos, que destacaron por su humor, carácter incisivo y escasez de acción narrativa. En 1885, a la edad de 23 años, Edith se casó con Edward (Teddy) Robbins Wharton , doce años mayor que ella. Se divorciaron en 1913 por las repetidas y públicas infidelidades de su marido, que la afectaron mental y físicamente. Durante algunos años, al final de su tumultuoso e infeliz matrimonio, mantuvo un idilio con William Morton Fullerton (1865–1952), periodista estadounidense que trabajaba en el diario The Times. Fullerto

En estas fechas son muy comunes los atracones, comidas con los amigos, con los familiares, con los vecinos, con los compañeros de trabajo y así, día tras día desde nochebuena hasta pasado los reyes. Acaba uno contento pero con la incómoda sensación de haberse convertido en una oronda bola de billar. Por eso, en nuestro club, en previsión de tanta hartura estomacal, vamos a comenzar nuestras reuniones con algo ligerito, o quizás no tanto. El día 9 de enero, a las 7 de la tarde, en la Biblioteca Pública de Albacete comentaremos el cómic "María y yo" del dibujante español Gallardo. En él, aparca su lado gamberro, cultivado con esmero durante los azarosos años de la transición, yendo de juerga en juerga y de jarana en jarana en revista con elementos Makoki, los dibujantes de El Víbora y otros personajes buscados por la policía, bueno, el caso es que ahora Gallardo nos muestra su lado más paternal y emotivo para contarnos su relación con María, su hija que padece autismo. Un lib