Hola queridos lectores, os
presentamos a la última seguidora del club de lectura Aljaima, Marina, la que
sin duda es ya una gran amante de los libros. Nos cuenta María Reolid,
compañera del club y muy orgullosa de su
nieta, (cómo no estarlo), que Marina, muchas veces, mientras espera que su
madre vaya a leerle un cuento antes de dormirse, lo cual hace todas las noches,
aprovecha para leer ella un cuento a sus peluches, los cuáles, como vemos en la
foto, están siempre muy atentos. Tanta es su necesidad de historias y tanta es
la alegría que le produce compartirlas. Otras veces, como Marina tiene mucho
sueño y no puede esperar su cuento, es ella misma “quién se lo lee” hasta
quedarse dormida.
¿No es entrañable nuestra
querida Marina? ¿Quién escuchando esta bonita historia no quiere ser de nuevo
un niño para disfrutar como lo hace Marina con sus cuentos? Yo ahora mismo me
transformaría gustoso en uno de sus peluches.
No sabría por dónde empezar a
describir la cantidad de sensaciones y recuerdos que han desatado dentro de mí
esta historia tan tierna y tan hermosa, lo mismo que la foto que la acompaña. Una
de esas sensaciones, ha sido la de volver a recuperar el orgullo de ser
bibliotecario. Cómo dudar después de escuchar de esta historia de este oficio… ¿Quién
puede dudar sobre la importancia de compartir los libros, de compartir el amor
por la lectura y las fantasías que desatan…? ¡Padres, madres, abuelas, abuelos,
personas de todo el mundo, nunca dejéis de leer! Y cuando leáis, hacedlo a
ratos en voz alta, para que vuestras lecturas lleguen a mucha gente…
A mí, cada vez me pregunten
qué porque elegí ser bibliotecario, me limitaré a contar la historia de la
increíble Marina, y cómo siendo tan pequeña, amaba tanto los cuentos. ¡Buenas noches a todos y Felices Sueños!
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