A ORILLAS DEL MEDITERRÁNEO (sobre el terrorismo islámico y unas ventanas para comprender todo lo que está pasando)
Siglo XXI pero con qué rapidez se sigue desatando el miedo, la ira y la ignorancia. Hace unas semanas se produjeron una serie de atentados en París que desataron una repulsa automática por parte de la sociedad occidental. En pocas horas se llenaron los perfiles de Facebook y las cuentas de twitter de banderitas de Francia. Durante unas semanas los medios de comunicación nos han bombardeado de imágenes de los atentados, declaraciones de las víctimas y discursos grandilocuentes de los principales líderes mundiales. Como ocurre en estos casos, apremiados por los índices de audiencia y las encuestas de votantes, se le han dado pocos micrófonos a las voces apelando a la razón y la respuesta meditada. Unos días después se produjeron los primeros bombardeos sobre algunas ciudades y posiciones militares del nebuloso estado islámico, que fue el causante de los atentados en París. “Bombardear por la paz es como follar para proteger la virginidad”, aparecía en un cartel en una manifestación en contra de la más que previsible escalada de violencia que estos atentados han desatado.
Una y otra vez nuestros gobernantes caen en los mismos errores. No puede ser que tras tantos siglos de historia sigan siendo tan tontos. En realidad, tras estos atentados hay unos trasfondos económicos, militares y religiosos ajenos a las inquietudes mundanas de la mayoría de los mortales. Somos simples borregos en manos de unos desaprensivos, a una y otra orilla, a los que solos les servimos para balar o para ejercer de víctimas. En esta ocasión, todos hemos corrido a llorar por las víctimas de Francia; con una respuesta sincera y primaria todos lamentamos lo ocurrido y nos damos golpes en el pecho y meneamos la cabeza con gesto de negación e incomprensión. Pero de un modo cínico, hipócrita y suicida, ignoramos incomprensiblemente el resto de víctimas que día a día mueren en similares atentados en otros países. La guerra de Siria dura ya varios años y la hemos ignorado durante todo este tiempo. Es más, permitimos que nuestros gobiernos vendan armas a los asesinos y los sigan azuzando con sus discursos. Ante la avalancha de refugiados nuestra respuesta ha sido el falso estupor primero y después el silencio, aunque sabemos que mirando para otro lado no desaparece el problema. El problema se empeña en buscarnos en forma de atentados en nuestras propias ciudades. La solución, como he dicho antes, no es la de bombardear ciudades en las que a buen seguro morirán más inocentes que terroristas islámicos. La solución es mucho más sencilla, no tan radical ni tan temperamental. No son esos bombardeos que lucen tan bien a la hora del telediario. La solución pasa por comprender todo lo que está pasando, no esperar a que unos medios de comunicación nos señalen para otro lado mientras no deja de morir gente al otro lado del mar. La solución pasa por escuchar las voces de los inocentes que llevan padeciendo décadas la miseria, las guerras y las revoluciones. Esos inocentes, aunque no salgan en nuestras televisiones, luchan, gritan, se oponen a todo lo que les está ocurriendo. Piden nuestra ayuda y nosotros no se la negaríamos si realmente supiésemos qué les está ocurriendo.
Desde este club de lectura, poco podemos hacer. O quizás sí podamos aportar un granito de arena. Podemos ser eco de esas voces que se rebelan contra lo injusto de todas las guerras. Podemos escuchar sus voces, podemos leer sus libros, podemos escuchar sus cantos de protesta, podemos aprender y comprender su Historia, porque son también nuestras voces, nuestros cantos y nuestra historia. Una Historia que muchas veces nos hizo hermanos y otras veces nos llevó a la guerra. Pueblos del Mediterráneo, escuchemos las voces de todas sus orillas, volvamos a ser hermanos.
Desde aquí quiero recomendaros un par de rincones que prestan atención a esas voces hermanas. Son dos ventanas a las que yo suelos asomarme y aprender mucho, gracias a las cuales intento afrontar de un modo más reflexivo todo lo que está ocurriendo estas semanas. Os invito a visitarlos. Os recordarán que no solo muere gente en Francia, que no solo en este lado nos oponemos a la guerra. Os invito también a recomendarnos vuestras voces, seguro que son muchas más de estas que yo os muestro.
La primera de las voces que os traigo es la de una modesta editorial, Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, pero con una larga trayectoria, especializada en autores del ámbito mediterráneo y de oriente medio. Pensadores, escritores y escritoras, filósofos, mujeres y hombres que nos ofrecen una visión descarnada, rabiosa, sincera pero llena de belleza y esperanza, desde la primera línea de batalla. Sin lugar a dudas, una ventana ideal asomarse y comprender lo que ocurre en todas las orillas de nuestro querido mar y porque tan continuamente estas estallan.
La segunda, un programa de radio que todos los
MEDITERRÁNEO
(Radio 3)
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