CLUB DE LECTURA DE SOCOVOS – El lunes 25 de noviembre nos
reunimos otra vez, dando comienzo a una nueva temporada, para comentar el libro de relatos de Antonio Magán “83 cuentos de mierda”. Ya sabéis que después de cada reunión en el club, me gusta hacer un balance de cómo ha sido el encuentro. En este caso quién mejore que el propio Antonio, que tuvo el detalle de compartir con nosotros casi en primicia, su última obra. Una serie de relatos que surgieron al comienzo de la pandemia, y que fue compartiendo a través de Facebook hasta que han acabado dando forma a este libro que tan buen rato nos hizo pasar ayer y que seguramente haga disfrutar a mucha más gente. Aquí os dejo su visión particular sobre el encuentro.
“Mi primer club de lectura en Socovos con “83 cuentos de mierda”. Era la primera vez que viajaba a Socovos en mi vida. Era la primera vez que asistía como autor a un club de lectura. Y como en un western, al ser forastero, lo primero que hice al mismo aparcar el coche, fue entrar a la barbería de Federico, Barber Rock. Me “tomó” el pelo un joven autónomo que quiere ganarse la vida en el lugar que nació. Me puso al día del pulso vital del pueblo. Una vez informado, me dirigí a la biblioteca para saludar y estrechar la mano de Antonio, su bibliotecario y conocerlo por fin. Un gran tipo. Comimos estupendamente, me apreté un potaje gitano y paseamos por el pueblo. Vi su hermoso castillo, las pinturas de la plaza, el pino gigante tallado como un tótem, me gustó todo. Disfruté mucho con los lectores del club. La mayoría mujeres. Estaba algo nervioso al comenzar porque en el libro se tratan asuntos espinosos de mi vida que había que explicar y era la primera vez que iba a contar, ante extraños, el difícil proceso creativo del libro y mis dificultades personales cuando comencé a darle a la tecla tras 14 años de parón voluntario. Me encontré de maravilla, fui lo más honesto posible. Me preguntaron mucho por mi vida y querían saber si la mayoría de las historias autobiográficas eran verdad. Lo son. La granada, La excavadora, mi detención confundido con un exhibicionista, mis gamberradas, en fin. Lola, Chus, Puri, Vicenta y Mercedes me preguntaron acerca de mis aventuras de caza, de periodista, con total sencillez, pero de frente. Mi obsesión por ayudar al débil y darle ostias a los poderosos. Lo que me gusta cortar leña con mi colección de hachas y partir piedras con la almaina.
Es una experiencia magnífica porque es la única forma de poder conocer de primera mano la opinión del lector y dónde se ha detenido con más atención. Fue un honor dedicar un libro a Julián el coordinador del club de lectura, que trabaja en el edificio construido en el solar donde me subí a jiñar y me caí de la excavadora hace varias décadas. Julián, un lector que va más allá, siempre se lee la letra pequeña.
Agradecido a mi compañera Nimi, que además de escribir el maravilloso prólogo, ayudó a desbrozar nudos del texto que conoce mucho mejor que yo, y animó al personal a realizar más preguntas. Y muy agradecido a Antonio que leyó varios párrafos que le habían gustado del Coleccionista de hachas y de Mistyc pandemy.
Aparecieron sobre la mesa, gracias a la búsqueda de Julián, un par de consultorios sexuales de Fernanda, que escribí en 1995, y la entrevista que hice con 11 años al primer alcalde de la transición en Albacete, al Salva. Joder que me enrollo, pues que estuve en Socovos, rodeado de gente estupenda, más a gusto que un arbusto. Jajajajajaj”
¿Y qué más puedo añadir yo? Simplemente volver a agradecer a Antonio su visita (hizo tres horas de coche para venir a vernos). Vino acompañada de Nieves (Nimi), a quien también hay que agradecer su visita, que nos desveló más anécdotas en torno a este libro y que también ha colaborado de alguna manera en darle forma. Pasamos una buena tarde, con un gran escritor, a quien le deseamos toda la suerte del mundo con su nuevo libro, el cual vamos a intentar recomendar y promocionar por todos los medios. Si perteneces a algún club de lectura no lo dudes, vas a reír, meditar, sorprenderte y puede que hasta echar una lagrimita leyendo los “83 cuentos de mierda” de Antonio Magán.
Comentarios
Saludos de nuevo, mil gracias.
Nieves