CLUB DE LECTURA ALJAIMA --
“Afganistán se hunde bajo el control talibán. Cien días después de que los fundamentalistas se hicieran con el poder, el país es más pobre y se ha quedado aislado”. Este era el titular de una noticia aparecida en El País hace cuatro días. A los talibanes ya los conocemos y sabemos de qué son capaces. Cuando volvieron a hacerse con el control de Afganistán a muchos esto les pilló por sorpresa. Pero lo cierto es que la Historia, esa que se escribe con mayúsculas, siempre se ha cebado con este país. No hay época en la que no haya estado o bien asolado por revueltas y revoluciones, o bien bajo el yugo de las potencias coloniales o bien padeciendo los más crueles regímenes dictatoriales. Desde la comodidad de nuestro sofá, a través de nuestros televisores, nos indignamos por lo que ocurre, pero poco más podemos hacer. Después vienen las noticias sobre deportes. Esa tragedia, en realidad, nos queda un poco lejos. Resulta vergonzoso como las potencias mundiales, que parte de culpa tienen en todo lo que está ocurriendo, miran para otro lado. Ningún país quiere enfangarse en esa historia, a no ser que pueda sacar algún beneficio con otra invasión y posterior reparto del botín. En fin, la historia de siempre. Como en tantos otros conflictos,en Afganistán las mujeres se llevan la peor parte. Son la mayoría silenciosa que padece todos los males que las guerras acarrean. A través del libro que comentamos el jueves 25 de noviembre, queremos dar un poco de eco a las voces de esas mujeres. “LA PIEDRA DE LA PACIENCIA” de Atiq Rahimi, del cual también hay una versión cinematográfica, y cuya protagonista se atreve a romper de algún modo su silencio.
En Afganistán, existe una leyenda sobre "la piedra de la paciencia", una piedra mágica, capaz de escuchar y guardar todos los secretos del ser humano. El día en que la piedra revienta por la carga de todos los sufrimientos que ha escuchado, de las angustias, de las pasiones reprimidas, de los deseos escondidos, ese día, el ser humano queda liberado para siempre de su mal. Una profunda historia, que da título al libro de Atiq Rahimi, sobre una bella mujer que vela el despertar de su marido en coma. Los rezos y plegarias de las primeras páginas, las supersticiones escondidas tras los diferentes nombres de Alá que hay que recitar cientos de veces, se convertirán, a lo largo del libro, en un grito de denuncia. Las palabras de la mujer afgana, sus quejas, sus preguntas, se elevan en el texto de Rahimi, a la categoría de liberación. (https://elcultural.com/La-piedra-de-la-paciencia)
Como decíamos al principio, Afganistán, es un país cuya historia está repleta de guerras, de fanatismo y opresión. En verdad, a muy pocos nos sorprende ya la noticia de que los talibanes han vuelto a hacerse con el control del país, aunque seguimos sin comprender como esto puede seguir ocurriendo en pleno siglo XXI. ¿Qué intereses habrá detrás de todo esto ¿Cómo afecta esta historia tan trágica a la población? La Historia es despiadada y poco podemos hacer cuando decide pasarnos su rodillo por encima. En el club hemos seleccionado este libro, movidos por la indignación y también la curiosidad para intentar responder al menos esta segunda pregunta, especialmente para descubrir cómo esta sinrazón afecta a las mujeres del país. Poco podemos hacer, pero al menos, esperábamos entender un poco lo que está pasando. Esperábamos también que el libro nos mostrase los aspectos más humanos, esos que no salen en las noticias.
Es una novela corta, algunas compañeras comentaron que se lo leyeron en una tarde, aunque también te obliga a hacer frecuentes paradas para meditar lo que te está contando. Es curioso, pero se comparó en algunos aspectos a la novela de Delibes “Cinco horas con Mario”, por su carácter introvertido, por la similitud del monólogo interior en el que la protagonista va desvelando algunas historias de su pasado. Al principio, el tiempo de la historia lo va marcando la respiración del hombre que yace en coma. Pero poco a poco la mujer que reza a su lado se va liberando de algún modo y va a hablando a ese hombre con sinceridad, con rabia, con resentimiento. Al final, ese marido herido se convierte en su piedra de la paciencia.
No vamos a desvelar la trama y el desenlace, si bien el final nos sorprendió a todas. ¿Inevitable, liberador, repentino, injusto? Unos y otras dimos nuestra opinión, como siempre.
Comentamos lo que tienen de hipócritas las religiones y cómo en su nombre se lanzan las personas a combatir unas contra otras. Guerras siempre cruentas. Otros temas tratados fueron la represión de la mujer, la violación como arma de poder y la muerte como única salida en muchas ocasiones. Pocas opociones son las que tiene la mujer para poder vivir y desarrollarse libremente en estos ambientes tan hotiles. Hablamos de los personajes de la tía y el suegro, figuras positivas, optimistas, luchadoras, a contracorriente, que suponen un contrapunto y un pequeño atisbo de esperanza en un ambiente tan desolador y opresivo. LA PIEDRA DE LA PACIENCIA supone un grito contra la sinrazón de las guerras, el fanatismo y la opresión de las mujeres en cualquier parte del mundo. Otra lectura que volvió a gustarnos mucho, que no dejó a nadie indiferente y que te recomendamos desde nuestro club de lectura.
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