Pues sí, parece que le estamos cogiendo afición a esto del patinaje literario. Si el proyecto de “La vida nueva” que nos ofrecía Pamuk se nos atragantó, “BARRIO DE MARAVILLAS” de Rosa Chacel, que comentamos el lunes 23 de noviembre ha supuesto otro tropezón. Nadie de los participantes en la tertulia se lo había terminado, de hecho, nadie en el club de lectura ha podido con él, y yo, el coordinador de este nuestro club de lectura, viendo lo cuesta arriba que se estaba poniendo para unas y otros, también lo he dejado a medias.
Y eso que el libro tiene momentos que creo que resultan brillantes. Rosa Chacel demuestra en algunas de las descripciones, diálogos y las meditaciones de la novela un manejo magistral del lenguaje. Sorprende el libro por lo novedoso e incluso experimental del mismo. Te encuentras en “Barrio de Maravillas” con islas de literatura de calidad, muy sensitiva, rica y original, pero islas al fin y al cabo en océanos de interminables y densas divagaciones que hacen que llegues agotado y perdido a esos momentos de genialidad, que no puedes disfrutar como te gustaría.
Así, hay párrafos que he disfrutado mucho de esta novela. Tengo especial predilección por las historias protagonizadas por niños y niñas, con su visión infantil, ingenua, siempre curiosa, cargada de ilusión y frescura. Tenía muchas expectativas en este libro, pero me esperaba otra cosa. En esta historia, las protagonistas son dos niñas, a través de las cuales, la escritora nos ofrece una particular visión de su infancia en este barrio de Madrid. Pero la idea general, el comentario mayoritario de las compañeras participantes en la reunión ha sido que es un libro denso, pesado, inapropiado para el club de lectura, y más en estos tiempos de pandemia en los que se prefiere una literatura más ligera y de evasión.
Os paso, eso sí, un extracto del vídeo con la reunión que mantuvimos en línea, de la que seguro se pueden sacar algunas conclusiones, y también para animar al resto del club a participar en otras tertulias. Por ahora y por desgracia, este tipo de encuentros virtuales va a seguir siendo el único modo de realizar nuestras reuniones.
Por eso, con el miedo a errar en la selección una tercera vez, vamos a cambiar completamente de género, de época y de estilo. A ver si este libro, al margen de la calidad literaria que pueda ofrecer, gusta más, anima a más gente a participar en los debates y hace que disfrutemos de una buena reunión.
Nuestra próxima lectura será “LA ÚLTIMA NOCHE DE VÍCTOR ROS” de JERÓNIMO TRISTANTE.