La sensación al terminar de leer este libro es buena. No conocía a esta escritora japonesa, y su escritura me parece melancólica, bella y muy poética. El relato trascurre lento y sin grandes contratiempos, con un peculiar sentido del humor nipón, y cierta ingenuidad en los personajes. El libro arranca con la muerte de la abuela de la protagonista Mikage, era su único familiar vivo, ella la había criado y la vida continua en un piso vacío, oscuro, silencioso y sin motivación para hacer nada. Yuichi aparece como caído del cielo y le invita a pasar una temporada con él y su “madre” Eriko. Esta muy presente el tema de la soledad en el libro, también Yuichi se queda solo tras la muerte de Eriko, y para Mikage es la segunda vez en que experimenta esa soledad. Frases del libro referidas a esta soledad, son: “la felicidad es vivir sintiendo lo menos posible que el hombre en realidad esta solo”… “me había criado con amor pero siempre me había sentido sola” “…poco a poco fueron entrando la

Se acaba el año 2020, estamos ya casi en fiestas, y este año, aunque con el susto en el cuerpo, volveremos a reunirnos con nuestros familiares y seres queridos (o allegados, según la legislación). Quizás las veladas no sean tan numerosas como años anteriores, tampoco se podrán formar los corrillos de amigos en los bares, amigos que no veías en todo el año y que estos años aprovechan para reunirse en el pueblo. Se aprovecha también estos días para hacer balance de todo lo pasado, está claro que esta vez las anécdotas girarán en torno a la pandemia y el confinamiento sufrido, se empieza a hacer la lista de nuevas promesas para el próximo año. No nos podremos dar abrazos ni palmadas en la espalda, pero juntaremos los codos y nos mandaremos mensajes por móvil prometiéndonos que el 2021, sí que sí, estaremos más en contacto y llevaros a cabo todo lo que no pudimos hacer el 2020. Son días de buenas sensaciones, buenos sentimientos y de alegría casi generalizada. Las luces de Navidad nos ha

“Creo que la cocina es el lugar del mundo que más me gusta. En la cocina, no importa de quién ni cómo sea, o en cualquier sitio donde se haga comida, no dufro. Si es posible, prefiero que sea funcional y que esté muy usada. Con los trapos secos y limpios, y los azulejos blancos y brillantes” . Así comienza KITCHEN de Banana Yoshimoto, autora japonesa de dilatada y exquisita obra compuesta de ensayos, novelas y relatos. No solo de bestsellers y premios planetas vive el hombre, de hecho, siempre lo digo, en este club de lectura huimos un poco de modas y premios literarios para intentar hacernos eco de otras voces, otras literaturas, otros países con otras realidades. En esta ocasión, no vamos a Japón de la mano de esta escritora, de prosa sensible, sencilla y tierna, pero muy profunda. Cuando se le muere la abuela, la jovencísima Mikage queda absolutamente sola en una casa demasiado grande y se refugia en la cocina, pues sólo en ella se siente a salvo. Pero un día ocurre un milagro: Yu

  Pues sí, parece que le estamos cogiendo afición a esto del patinaje literario. Si el proyecto de “La vida nueva” que nos ofrecía Pamuk se nos atragantó, “BARRIO DE MARAVILLAS” de Rosa Chacel, que comentamos el lunes 23 de noviembre ha supuesto otro tropezón. Nadie de los participantes en la tertulia se lo había terminado, de hecho, nadie en el club de lectura ha podido con él, y yo, el coordinador de este nuestro club de lectura, viendo lo cuesta arriba que se estaba poniendo para unas y otros, también lo he dejado a medias. Y eso que el libro tiene momentos que creo que resultan brillantes. Rosa Chacel demuestra en algunas de las descripciones, diálogos y las meditaciones de la novela un manejo magistral del lenguaje. Sorprende el libro por lo novedoso e incluso experimental del mismo. Te encuentras en “Barrio de Maravillas” con islas de literatura de calidad, muy sensitiva, rica y original, pero islas al fin y al cabo en océanos de interminables y densas divagaciones que hacen qu

Yo a duras penas pude llegar hasta la página 110. Creo que hacía tanto tiempo que no lo pasaba tan mal leyendo un libro. Me sentía un poco obligado por eso de ser el coordinador del club de lectura, pero es que me entraban sudores cada vez que recordaba que tenía que preparar la próxima reunión. Lo intenté por la mañana, y pensaba que mi incapacidad de meterme en la historia sería porque aún no me había espabilado del todo, lo intenté después de comer, y claro, era la hora de la siesta y tampoco estaba muy lúcido, y antes de irme a la cama, era abrir “el libro” y entrarme un sueño tremendo. Mira, al final, algo bueno tiene “La vida nueva” , que es mano de santo contra el insomnio. Pero en cada página, no dejaba de sentirme como dentro del cuento del traje nuevo del emperador. Tenía la certeza de que quien hablase bien de este libro, en realidad era que no quería reconocer que tampoco se estaba enterando de nada. En ningún momento he logrado engancharme a la historia, casi nunca com

          El día 26 de octubre comentamos en nuestro club algunas tiras de Mafalda. También aprovechamos para comentar y dejar nuestras impresiones sobre la obra en general de este genial autor. Más o menos todas estábamos de acuerdo en lo importancia del humor, y como a través de este, se puede de igual modo hacer meditar a las personas o realizar alguna crítica de cualquier tipo de contenido (social, político, cultural) sin que esta resulte alarmista u ofensiva. La fina ironía de Quino, los valores en los que cree y el tono tan ligero y despreocupado con el que los defienden hacen que su obra sea igual de válida aquí, en España, en Europa, en el mundo entero, como en la Argentina de los años 60, 70 y 80. Sus personajes son atemporales y universales, y por desgracia, los errores, la crueldad y el dolor que ocasionaron la guerra de Vietnam se siguen repitiendo, por desgracia, en este siglo XXI tan moderno y sofisticado. El humor, la protesta, el afán preguntón de Quino, su voz sigue

  Se cuentan entre las mujeres que tuvieron ese enorme peso en la vanguardia artística de principios del siglo XX nombres como Maruja Mallo (Vivero 1902-Madrid 1995), pintora; Rosario de Velasco (Madrid 1904-Barcelona 1991), pintora; Marga Gil Roësset (Madrid 1908-Las Rozas 1932), escultora, ilustradora y poeta; María Zambrano (Vélez-Málaga 1904-Madrid 1991), filósofa; María Teresa León (Logroño 1903-Madrid 1988), escritora; Josefina de la Torre (Las Palmas de Gran Canaria, 1907-Madrid 2002), poeta Rosa Chacel (Valladolid 1898-Madrid 1994), escritora; Ernestina de Champourcín (Vitoria 1905-Madrid 1999), poeta; Concha Méndez (Madrid 1898-México 1986), escritora; Margarita Manso (Valladolid 1908-Madrid 1960), pintora; Delhy Tejero (Toro, Zamora 1904- Madrid 1968), pintora e ilustradora, Ángeles Santos (Portbou 1911-Madrid 2013), pintora y artista gráfica y Concha de Albornoz (1900-1972). El miércoles 28 de octubre comentamos en el club de lectura de Socovos el libro de Tània Balló, “Las

Esta temporada, mientras volvemos a la normalidad, vamos a ir alternando las reuniones virtuales para comentar los libros con los comentarios que nos manden las compañeras y compañeros del club. Estamos deseando volver a reunirnos de manera presencial, pero por ahora, no nos va a ser posible.  Como casi siempre, las opiniones sobre el libro son diversas. Más o menos, coinciden en la originalidad del uso del lenguaje por parte del autor, aunque no siempre acabe buscando y en esta novela algunos párrafos pueden resultar monótonos. Se habló del humor tan característico, de los personajes tan estrafalarios, rozando el esperpento,  viviendo situaciones casi surrealistas. Con todo un libro original y divertido, con un estilo y personalidad propias, características de la obra de Santiago Lorenzo. Y así, a lo tonto, entre aventura y desventura, se nos va haciendo pensar en otros temas tales como la España despoblada, los abusos de autoridad o la soledad de las personas. Al final, un libro más

A mediados de marzo, como tantas otras actividades, nuestro club de lectura tuvo que renunciar a los encuentros habituales por culpa de la pandemia y del confinamiento para combatirla. A trancas y barrancas, pudimos continuar conectados y comentamos a través de Facebook, whastsapp y sobre todo de nuestro blog, “ Pura vida ” de José María Mendiluce y “ Un viejo que leía novelas de amor ” de Luís Sepúlveda. Fue nuestro pequeño homenaje a este autor que nos dejó por culpa del COVID-19.   Han pasado varios meses y poco a poco vamos recuperando la normalidad, o "nueva normalidad", como la llaman ahora, aunque no deja de ser la misma normalidad, aunque eso sí, con todos un poco más asustados, cansados y cabreados . A ver si aprendemos algo de todo lo ocurrido y realmente somos capeces de crear una mejor “nueva normalidad”. De algún modo esto que ha pasado, y sigue pasando, debería hacernos meditar y enseñar muchas cosas. Nosotros mientras tanto, reiniciamos nuestro club de lec

A continuación os dejo los comentarios que compañeras y compañeros nos han dejado a través del grupo de whatsapp o del correo eléctrónico. Están tal y como me han llegado. Perdonad las faltas de ortografía que pueda haber, pero ya se sabe que escribir con el móvil no resulta cómodo, y más cuando los mensajes son largos. Aviso a quien aún no se haya leído el libro y tenga interés en hacerlo, ya que  estos comentarios se desvela algunos aspectos de la trama. Pero soy de los que piensa que los buenos libros se disfrutan siempre, incluso cuando sabemos de antemano la historia que nos están contando. En este caso, la novela parece que he gustado muchísimo. Dos son los valores que se destacan en la mismo:  - El respeto por la naturaleza, y más en entornos frágiles y apartados,  y las sociedades que viven ellas.  - El valor de la literatura y su capacidad de evasión y enseñanza incluso en los entornos más adversos. También nos recomiendan alguna lectura más de Luis Sepúlveda, por e